Un educador de la Asociación Punto Omega acompañó el lunes 12 de noviembre a alumnos en práctica de Integración Social y a voluntarios de esta ONG a la Unidad de Atención al Drogodependiente (UAD) del centro penitenciario Madrid IV, en Navalcarnero (Madrid).
El objetivo de este encuentro entre los futuros integradores y los profesionales que trabajan en la prisión con 150 pacientes, en dos módulos terapéuticos, es que estos jóvenes conozcan la realidad de los internos y el funcionamiento del programa, en el que funcionarios de Instituciones Penitenciarias y técnicos de Punto Omega forman un equipo cohesionado, desde hace casi 20 años.
“La experiencia ha sido muy provechosa porque, por mucho que te cuenten, nadie imagina qué es una cárcel hasta que la ve. Los alumnos hicieron muchísimas preguntas a mis compañeros y a los pacientes, y conocieron cómo se trabajan las drogodependencias en un centro penitenciario”, explicó Antonio Fernández, educador de Punto Omega.
La UAD se gestiona a través de un convenio entre Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, la Agencia Antidroga de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y la Asociación Punto Omega.
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